jueves, 3 de mayo de 2012

Descripción del niño salvaje

Le pusieron de nombre Víctor en un primer paso para civilizarlo, todos tenemos un nombre así que Víctor no debía ser menos. Aparentemente no había diferencia alguna con los demás niños. Su estatura rondaba los 136 centímetros y parecía tener alrededor de doce o trece años. Su piel pasó de una tonalidad oscura  cuando fue capturado a una más blanca y fina con el paso de los meses. La cara, redonda, albergaba unos rasgos bonitos y simétricos. Tenía unas largas pestañas, los cabellos eran castaños, la boca mediana y su aspecto agradable. Su cuerpo estaba lleno de cicatrices de todo tipo y cuando andaba, lo hacía balanceándose de un lado a otro. Sus sentidos, aunque algo aletargados (parecía insensible al frío y calor extremos), parecían estar en orden. Sus deseos no iban nunca más allá de sus necesidades físicas: centradas principalmente en conseguir alimento. A pesar de la libertad de la que disfrutaba (en un intento de no alterar bruscamente la transición de su mundo salvaje al civilizado) y de la facilidad que se le daba para obtener los alimentos que más apreciaba, intentaba siempre escaparse aprovechando todas las ocasiones en las que encontraba la puerta abierta. Tampoco demostraba ningún aprecio ni apego por la gente que le rodeaba y parecía indiferente a todo. En cuanto al habla, utilizaba algunos signos que había aprendido desde que vivía en sociedad, para dar a entender sus principales necesidades, pero se encontraba totalmente desprovisto de ella y solo emitía sonidos y gritos inarticulados, casi todos guturales y muy poco relacionados con el movimiento de la lengua. 

Todo esto sucedía en una época en la que los filósofos y científicos debatían cuestiones sobre la naturaleza esencial de los seres humanos, preguntas que durante los dos siglos siguientes se convirtieron en fundamento del estudio del desarrollo de los niños. Un estudio cuidadosamente documentado de un niño que había crecido en aislamiento podría proporcionar evidencias del impacto relativo de la naturaleza (las características innatas de un niño) y la crianza (educación, escolarización y otros factores de influencia social). ¿Son innatas o adquiridas las cualidades, el comportamiento y las ideas que definen a los seres humanos? ¿Cuál es el efecto del contacto social durante los años de formación? ¿Se pueden superar sus carencias? En definitiva ¿Es el lenguaje un don biológico con el cual nacen los humanos o por el contrario es el entorno social el único factor determinante en su desarrollo?



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